domingo, 27 de octubre de 2013

El poder del amor

Vivir la vida significa saborear cada instante, haciendo que sea especial. A veces estos momentos están llenos de dolor, de angustia, melancolía, alegría, risa, indiferencia, cansancio, vitalidad, sueños... Todos ellos forman el presente, el momento, el ahora, y a la vez, son la vida.

El dolor, la tristeza, la rabia, la ira, son estados emocionales que debemos aprender a gestionar para que no puedan con nosotros. Debemos transformar su presencia, haciendo que sean acompañantes en nuestro día y no la voz que mueve nuestros quehaceres. Trataremos, a medida que podamos, de exteriorizar, de sacar afuera lo que sentimos interiormente. Sabemos hacerlo, pues lo hacemos de manera automática y otras consciente, cuando estamos alegres y felices.

Aprovechemos el poder que tenemos, el poder de la transformación y transmutación. Podemos convertir el dolor en un viejo acompañante, en un apoyo para conocernos mejor y a la vez, en fuerza para seguir adelante. No se trata de sacar definitivamente de nuestra vida al dolor, porque en determinadas situaciones resultaría imposible. Hagamos que el dolor sea un aliado, en un espejo donde poder mirarnos y decir, ese dolor soy yo y no quiero que me queme por dentro, que me destruya. Podemos lograrlo.

Podemos conseguirlo a través de una técnica sencilla, querernos. Simplemente, tenemos que abrazar todo lo que somos. Si hay alegría, respirarla; si hay dolor, amarlo; si hay tristeza, quererla. Cada vez que luchamos contra el sufrimiento, sin entenderlo, luchamos contra un titán, se convierte en un gigante y el esfuerzo es muy grande.

Si decimos, "te amo tristeza, te amo dolor" lo que estamos haciendo, es integrarlo, reconociendo que en ese instante somos tristeza, somos dolor. Nos aceptamos, integramos, no luchamos. El esfuerzo se diluye y es menor, lo que posibilita que sentimientos dolorosos que vivimos se vayan disolviendo poco a poco.

Decirnos, "me amo", a pesar de lo que sintamos, aceptarnos en todas las circunstancias, es saber que siempre nos tendremos, es amarnos sin limitaciones, de manera incondicional. El amor, sana, cura las heridas, da fuerza, reconforta, es nuestro aliado más fiel. Cuando nos amamos, somos, estamos llenos, vivimos instantes de felicidad, de paz y calma, de bienestar. Estamos ayudando a que todo lo doloroso quede en otro plano, permite que respiremos y cargarnos de fuerza para afrontrar todas las situaciones que nos rodean.

Amarnos, significa no cerrar los ojos ante lo que duele. Podemos aprovechar esta situación como un proceso, una prueba en el aprendizaje del alma, de la vida, de nosotros mismos.

Amarnos a pesar de los pesares, en las épocas difíciles, en los momentos más complicados, en las pérdidas, en la marcha de los seres queridos, en las rupturas que nos muestra la vida, es seguir viviendo, es aceptar que podemos vivir en un mismo instante el dolor y el amor. El amor sólo se apaga si le damos permiso para ello.

Está en nuestras manos cómo queremos vivir. No vamos a poder impedir que el dolor desaparezca, pero podemos conseguir que sea un acompañante, conversar con él, aprender junto a él; y una vez integrado, ser aún más completos, pues el amor, nunca es vacío, siempre llena. Nunca se acaba. El amor es un poder regenerador, sanador, curativo; el amor es compasión, compromiso; el amor, es avance, es mirar hacia adelante, el amor no limita, pues es expansivo. 

Vivir la vida, es vivir el amor. Amarnos es amar lo bueno y lo malo desde la aceptación y cuando lo consigamos, nos liberaremos volviendo de nuevo a sentir que somos seres completos, amorosos.


La imagen está sacada de internet y desconozco quién es su autor.

martes, 15 de octubre de 2013

El despertar de la conciencia

Quiero compartir, una nueva comunicación o canalización de Solaris, que recibí hace unos días. En ella, habla del despertar de la conciencia que estamos viviendo en estas fechas.

Comienza así.

Conexión, Conexión, Conexión. Todo es Conexión.

Todo está unido, entrelazado, conectado a través de hilos invisibles que atraviesan las dimensiones. Lo que es ahora, es siempre. Lo que fue, es. Lo que será, fue y sigue siendo.

Todo es valido, todo es Uno.

Conexión Infinita y Eterna, Conexión Interdimensional. Despertad a la Unidad, al recuerdo de quiénes Somos, a la realidad irreal, a la Verdad. Éste es el significado del despertar.

Rayos cósmicos están llegando en abundancia. Traen memoria. Tienen memoria. Son memoria. Ayuda cósmica y universal para el despertar total de la conciencia. No estáis sólos en este proceso, largo, duro, difícil y a la vez, inmensamente sanador, curativo, que es el camino del despertar de la conciencia

No caben medias tintas. Se está o no. Quién decide irse de la vida en la tierra, es libre para hacerlo. Veréis que a vuestro alrededor comienzan a marcharse almas con rapidez; drásticamente, muertes trágicas y naturales, accidentes, etc.

Su marcha obedece a varios factores entre ellos, su momento ha terminado en este plano. Su misión es la de despegar sin miedo, el vivir plenamente su muerte, como si se tratara de un despertar brusco, dejando la semilla de su enseñanza para los que permanecen. Mostrando que todo es ahora, nada es lo que parece y a la vez, todo es eterno.

Estáis viviendo momentos de movimiento, de movimientos bruscos y acelerados que se mezclan con instantes de calma. El dolor, la pena, la angustia, la serenidad también se viven con mayor rapidez, solapándose unas etapas a otras.

Fijaos en el mar, en el movimiento de las olas. Flujo y reflujo. Van y vienen de manera acompasada, tienen ritmo. Del mismo modo, todo lo que estáis viviendo tienen un sentido rítmico, un ir y venir; un instante para el movimiento y otro, para la espera.

Sabemos que no es fácil para la mente, entender y comprender todo lo que estáis viviendo. Escuchad al alma, ella sabe, tiene certeza. Escuchad su latido, su fuerza. Ella es la brújula de los nuevos tiempos. El alma comienza a mostrarse tal y como es, inmensa, sabia, magnánima. Está conectada con todo, con el tiempo donde el pasado, presente y futuro son ahora; con las dimensiones, con todos los planos, con todas las vidas, con todos los seres...

El alma guía, sabe cómo integrar lo que estáis viviendo. Va por delante. Es el momento del despertar de la conciencia y el alma, su instrumento, su colaboradora más estrecha, cercana e íntima.

He hablado, soy Solaris, os amo y bendigo.

San Sebastián, 11 de octubre de 2.013


La imagen es de un mandala mío.

domingo, 6 de octubre de 2013

Vacío, espera, plenitud

La muerte, una ruptura, el final de un ciclo, aunque lo vivamos de manera positiva, suele dejar un poso de tristeza, entre otras emociones; y abre un vacío interior, un vértigo que inunda todo a nuestro paso, ya se trate de la mente o del corazón.

El vacío interno puede llegar a ser desolador, lo podemos llegar a entender intelectualmente. Podríamos compararlo con vaciar un armario cuando llega el cambio de estación. Vaciamos, ordenamos, cambiamos y de nuevo, llenamos. Eliminando lo que ya no servía, lo que ya se ha quedado pequeño, viejo, inútil.

Podemos aprovechar el vacío para llenarlo de todo aquello que necesitamos, que nos hace felices, que nos nutre y alimenta. Debemos investigar en nuestro interior con qué llenarlo. Necesitamos dos ingredientes esenciales, amor y luz. Amor hacia nosotros, que después extenderemos a los demás; y luz o claridad para ver, percibir, sentir hacia dónde vamos o queremos ir.

El vacío sólo es una etapa, muchas veces necesaria, para poder orden en nuestra vida, hacer un repaso, saber dónde estamos y qué queremos conseguir. Puede sorprendernos el comprobar que aquello que hace unos años era básico en nuestra vida, que era la meta a lograr, ahora no es más que aire, ha quedado atrás. También podemos alegrarnos al comprobar que hemos superado con creces los propósitos que nos pusimos. Lo que nos recuerda que ha llegado el momento de volver a llenar nuestra vida con nuevas perspectivas, enfoques, metas....

El vacío da paso a la espera. Llega de la mano de la paciencia, del orden, del equilibrio, nos exige calma interior. La diferencia entre lleno y vacío es casi mínima. Nos pasamos la vida llenando y vaciando, equilibrando, armonizando.

Si decidimos vivir el ahora, el instante, podemos elegir nuevamente qué dirección ha de tomar nuestra vida, qué es lo que nos llena, qué debemos disolver o ha quedado obsoleto.

Llenar el vacío con vida, alegría, positividad, esperanza, amor... está en nuestras manos. Tenemos la llave que alberga todas las emociones y sentimientos. Está en nuestras manos la llave que abre todas las puertas. Se trata de ser valientes, de conectar con nuestra esencia, de saber escucharnos, y al hacerlo, descubriremos que llenar el corazón se hace sólo, no requiere grandes esfuerzos, se realiza de manera natural, sencilla y abierta. Porque para llenar sólo necesitamos querer, desear, aceptar, integrar y amar.

Os invito, me invito, a llenar la vida de propósitos que estén alineados con nuestra esencia, con nuestra alma, con nuestro yo, con todo aquello que nos proporcione felicidad interior y fuerzas para superar y vivir con alegría esta vida llena a veces de demasiados obstáculos.


La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.